El SIDA NO es un veredicto

El SIDA NO es un veredicto

Hoy hablaremos de un tema importante que la mayoría de la gente intenta evitar y del que es vital estar consciente. Sobre el SIDA.

El SIDA es el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, que es la etapa extrema del VIH. A su vez, el VIH es una infección que conduce a la inmunodeficiencia en ausencia de un tratamiento adecuado. Ambas etapas son incurables, pero con terapia de apoyo, un paciente con VIH puede vivir más de una docena de años. De lo contrario, la infección afecta a las células del sistema inmunológico y se convierte en SIDA, en el que la esperanza de vida no supera los 1-2 años.

La enfermedad se diagnostica mediante un ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas (EIA). Esta es la definición de anticuerpos contra el VIH tipos 1 y 2 (VIH 1, 2 Ag/Ab Combo) y el antígeno p24. En el caso del SIDA, los recuentos de linfocitos T CD4 son extremadamente bajos cuando el paciente padece múltiples infecciones y cáncer. Entendemos que esto suena un poco aterrador, pero no debes preocuparte demasiado ni demasiado pronto. Te explicaremos por qué.

Hay un problema del que no se habla o simplemente no se sabe. El diagnóstico de VIH se realiza cuando los marcadores sanguíneos dan positivo en anticuerpos. Pero el problema es que su presencia puede indicar la presencia de otros virus. Nuestro cuerpo está diseñado de tal manera que en la lucha contra diversos patógenos utiliza un método de defensa universal. Y si el médico es lo suficientemente competente, lo tendrá en cuenta.

A veces, nuestro cuerpo simplemente está reasegurado y la presencia de anticuerpos Ab en la sangre aún no indica ninguna enfermedad. Por ejemplo, uno de los comandantes se dirige al rey para advertirle sobre un posible ataque enemigo. Luego, el gobernante fortalece la defensa y envía guardias para proteger los muros del reino. Entonces, cuando la materia fecal ingresa a nuestra sangre (durante el coito anal) o a la sangre de otra persona (cuando se inyecta con una aguja), el cuerpo percibe un objeto extraño como un enemigo y hace sonar la alarma, produciendo activamente anticuerpos protectores. Por eso, en los años 1980, cuando se desató la ola de incidencia del SIDA, la enfermedad se detectó en homosexuales y drogadictos. Y sólo más tarde en otros grupos de la población.

Volvamos a nuestro ejemplo medieval. Un gobernante competente, al darse cuenta de que el rumor sobre el ataque era falso, no sacará inmediatamente a sus soldados de las murallas de la fortaleza, sino que esperará un tiempo para asegurarse de que el problema haya pasado. Pero un viajero que pase por el castillo y vea a los militares puede decidir que el reino está en pie de guerra. El mecanismo de defensa de nuestro organismo funciona de la misma forma: los anticuerpos pueden permanecer en la sangre hasta 7-12 meses. Si durante este período el paciente pasa una segunda prueba, los marcadores mostrarán anti-hav. En consecuencia, el médico decidirá que el VIH continúa progresando y prescribirá un segundo tratamiento, que puede durar un período bastante largo. Desafortunadamente, el riesgo de error médico es bastante alto.

Por cierto, el científico médico estadounidense Anthony Stephen Fauci es la persona que se convirtió en una figura clave de la medicina en el contexto de la epidemia del VIH/SIDA en los años 1980. También participó en el desarrollo de métodos de investigación de enfermedades potencialmente peligrosas y métodos para su tratamiento, uno de los cuales fue el nuevo coronavirus. El método para detectar COVID-19 es el mismo que para detectar VIH. Quizás esta sea la razón de tantos resultados falsos sobre el coronavirus. Después de todo, se pueden producir los mismos anticuerpos contra la INFLUENZA.

Durante su viaje a África, el creador de MMS, Jim Humble, tuvo alrededor de 900 pacientes con VIH. Trató a todos con un preparado mineral, al cabo de un par de días de tomarlo los pacientes mejoraron mucho: recuperaron el vigor y desaparecieron síntomas como debilidad, distrofia y dolores musculares. Como Jim estaba en África y no estaba equipado técnicamente, no pudo comprobar mediante pruebas si la enfermedad había remitido. Pero después de regresar a Estados Unidos, continuó en contacto con algunos de sus pacientes, quienes escribieron que sus síntomas nunca regresaron.

Nadie es inmune a la infección por VIH, pero esperamos que este tema nunca te toque: ni directa ni indirectamente. En cualquier caso, no te olvides de la prevención. Y recuerda que siempre estamos dispuestos a ayudar.